6 trucos para ganar la batalla al estrés laboral
Desde el año 2003, el 28 de Abril la Organización Internacional del Trabajo (OIT) celebra el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, con el objetivo de promover la prevención de accidentes laborales y concienciar a los trabajadores sobre la importancia de respetar las normas de seguridad y seguir las recomendaciones de buenas prácticas para desempeñar las funciones de cada puesto.
Hasta no hace mucho tiempo, los riesgos laborales se asociaban a accidentes y/o enfermedades físicas. Sin embargo, ya sea debido a la innovación técnica o a los cambio sociales y organizativos, hace años que emergen otras formas de riesgos laborales como la ansiedad, el estrés laboral e incluso la depresión. Es por esto que el tema de la campaña de este año es “Estrés en el Trabajo: Un reto colectivo”.
Los altos niveles de exigencia y presión en el trabajo, el aumento de la competitividad o largas jornadas laborales son solo unos pocos ejemplos de factores que hacen que el ambiente de trabajo sea cada día más estresante.
Si a ello le sumamos la actual situación económica mundial con sus consecuentes despidos masivos, trabajos precarios y la inestabilidad financiera… las repercusiones en la salud mental y el bienestar se agravan.
Así que, para celebrar este día, aquí van algunas directrices para ganarle la batalla al estrés laboral:
- Haz las cosas con tiempo: sí, a todo el mundo le cuesta madrugar, pero tener que salir con prisa desde primera hora no es una forma muy recomendable de empezar el día. Por el contrario, levantarse un poco antes para poder prepararte tranquilamente, desayunar y no tener que salir corriendo ayuda a comenzar el día con un ritmo saludable.
- Organiza tus funciones: una práctica muy útil es anotar todo lo que tengas pendiente. De esa manera lo “sacas” de tu cabeza y no lo tienes constantemente presente en tus pensamientos. Desde una agenda a un post it o una alarma en el móvil, tienes en tu mano múltiples herramientas que puedes utilizar para ello.
- El horario en el trabajo: como su propio nombre indica, es para trabajar. No te distraigas con temas personales, que también pueden estresarte, y concéntrate en las funciones que tienes que desempeñar. De esta manera, el tiempo te cundirá más y podrás terminar antes tus labores (lo cual, es muy liberador). Por supuesto, no olvides tomarte un descanso regularmente para desconectar un momento, relajarte y tomar fuerzas.
- Tu tiempo personal: de la misma manera, en tu tiempo libre desconecta del trabajo (o de lo que sea que te estrese). Cuando cambies de actividad, cambia de verdad. Cada cosa en su momento. Disfruta de compañía que te agrade, sonríe y pasa tiempo al aire libre.
- Haz ejercicio: además de eliminar toxinas liberas endorfinas, la famosa “hormona de la felicidad”. Nunca descuides tu salud física. Al fin y al cabo tu cuerpo es tu recipiente, y lo será para toda la vida. Ya sabes: mens sana in corpore sano.
- Duerme las horas necesarias para recuperarte, el sueño acumulado no te llevará a nada bueno. Y si el estrés es precisamente un enemigo que no te permite dormir bien, poniendo en práctica estas recomendaciones, paulatinamente recuperaras un ritmo correcto y dormirás mejor.
En definitiva, no dejes que el estrés laboral cambie tu vida: “Trabaja para vivir, no vivas para trabajar”.